Las despedidas siempre son difíciles de digerir. Una profunda nostalgia, acompañada de una grata sorpresa marcaron la última visita del profesor Armando Rodríguez Ballestero al campus de Lincoln School.
Luego de 18 años de enseñanza de la materia “Español: Lengua y Literatura”, para estudiantes Juniors y Seniors que cursan el Bachillerato Internacional, don Armando llegó a decir adiós este martes.
En medio de las normas del distanciamiento se intentó dar una cálida despedida a este dedicado docente. Él asegura que el respeto es el mejor aliado para inspirar confianza en los estudiantes y que los maestros deben ser transmisores de motivación en las aulas.
Para don Armando es fundamental el ejercicio de la empatía, así como captar las diferencias únicas que distinguen a cada persona para forjar interacciones humanas asertivas.
La nueva modalidad de enseñanza debe llamar la atención de todos. Él advierte que la tecnología puede alejar a las personas, convertirlas en personas virtuales, por lo que es importante recuperar la parte humana en una época donde los dispositivos electrónicos predominan.
A través de los años tuvo la oportunidad de conocer a funcionarios de todos los niveles del colegio. Expresó su agradecimiento con Lincoln School, un colegio que lo acogió y le permitió trabajar y del que no quería marcharse, sin embargo, circunstancias familiares le obligan a detener su labor docente.
“Una sensación de sorpresa grata, muy linda. El último día experimenté una gran nostalgia por todo lo que dijeron mis estudiantes, ese ultimo día empezaron a llegarme correos de papás de diversas generaciones (…) hay tranquilidad y la sensación de que hice lo que tenía que hacer”, comentó Rodríguez.
Kai Unfried, estudiante Junior, elogió la labor de enseñanza de don Armando y el interés que siempre tuvo en conocer la opinión de cada estudiante para poder conocerlos más.
Para este Trojan, don Armando es una persona cariñosa con los estudiantes y siempre a disposición para ayudar en cualquier momento del día a quien lo necesite para tener un mejor desempeño en el diploma IB.
“Tiene todos los valores que una persona debería tener, súper trabajador y cariñoso. Es de las personas más especiales que he podido conocer. A nivel de la clase, siempre dejaba que todos aportaran su opinión”, mencionó Unfried.
Agradecemos profundamente la dedicación y entrega de don Armando durante tantos años. Le deseamos muchas alegrías en esta nueva etapa al lado de su familia.